Así comenzaron a surgir las primeras potencias marítimas de España, Portugal, Holanda, Francia e Inglaterra, que incluso con las primitivas embarcaciones de esa época les permitieron adueñarse de vastos territorios en toda América, incluidas las islas del Caribe, además de buena parte de Asia y África, constituyendo las vastas colonias europeas. Todos estos eventos los estudió el Oficial de la Armada de los Estados Unidos Alfred T. Mahan (1840 – 1914) y los materializó en 1889 en su obra La influencia del poder marítimo en la historia (1660-1783).
En el siglo XIX las potencias europeas y los EE.UU usaron sus marinas para extender sus imperios e influencia. Con la Revolución Industrial apareció el vapor y así las flotas se modernizaron en propulsión, tamaño y el empleo del acero en los cascos, la época de la vela y la madera desaparecía. Los grandes e importantes Astilleros aparecieron en Inglaterra, Francia, Alemania y EE.UU, principalmente. También emergía Japón.
Fuente:
Guzmán Lanfranco, Edmundo (2007). “Preponderancia del poder marítimo”, en Revista de Marina, Núm. 3, Armada de Chile, Valparaíso, págs. 46 - 47.
Carlos Arturo Herrera Galván
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