domingo, 7 de diciembre de 2008

Los diarios de navegación y los cuadernos de bitácora
El caso de la marina catalana
Siglo XIX
(Primera parte)

Las únicas personas abordo de los barcos que tenían la capacidad de dejar constancia escrita de cualquier evento que tenía lugar durante la singladura eran el capitán, el piloto y el agregado.
Lógicamente, el capitán era la máxima autoridad y juntamente con el piloto, tomaba cada día de las diversas alturas de los astros para el cálculo de la longitud.

Para el calculo de la latitud (o el paso por el meridiano) se utilizaban el sextante y para deducir el pronóstico del tiempo también se consultaban las lecturas del barómetro y del termómetro.
La misión del piloto, en plena navegación, era la de mirar a menudo el compás de bitácora, para comprobar que el timonel llevara bien el rumbo. También se cercioraba de la correcta velocidad de navegación y cada día, al mediodía, determinaba la latitud y la longitud.
Por su parte, el agregado ocupaba la jerarquía inferior dentro del grupo de las personas con carrera. El agregado, al igual que el capitán y el piloto, estaban a cargo de las observaciones científicas y meteorológicas diarias.

Todo este volumen de información que diariamente se generaba era transcrito primero al cuaderno de bitácora, que es una especie de borrador de otro libro que era el diario de navegación y que todo oficial tenía el deber de llevar.

Afortunadamente se conservan diversos tratados y compendios de navegación en los que se explican las instrucciones para la correcta anotación de los diferentes aspectos ligados a cada singladura (este término será explicado en la segunda parte).

Lógicamente, a lo largo de los años el tipo y cantidad de información contenida en los diarios de navegación evolucionó paralelamente al avance tecnológico y a la disponibilidad de nuevos aparatos de medida, pero siempre conservando una estructura similar. En el Compendio de Navegación para el uso de los Caballeros Guardia- Marinas de D. Jorge Juan (1757), se inicia el método para el correcto uso del cuaderno de bitácora y el diario de navegación. Seguidamente de transcriben algunas de sus indicadores:

El diario de navegación es un cuaderno o libro, en que se lleva la cuenta y razón del camino que hace la nave; esto es, empezando desde su salida del Puerto, ú desde que se quieren empezar a levar las Anclas, se apunta diariamente por donde ha caminado, donde se halla a una hora dada, próximo a que parajes se pasa, y muchas veces el camino que falta hacer para ir a un punto dado (…) También suele apuntarse el viento que ha corrido, y las tempestades acaecidas, y esto con no poco fruto; pues como en muchas partes del mundo suelen reynar siempre unos propios vientos y tempestades, a lo menos en ciertos tiempos del año, pueden servir estos apuntes para que tomen sus medidas los que después hubieren de navegar en los mismos mares.
Fuente:

Prohom Duran, Marc J. (2002). “El uso de los diarios de navegación como instrumento de reconstrucción climática. La marina catalana del siglo XIX” en Investigaciones geográficas, Núm. 28, Instituto Universitario de Geografía – Universidad de Alicante, España, págs. 91 - 92.
Elaboró: Lucía Méndez Pérez.

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